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¿Medusas en invierno?
¿Es normal ver grandes cantidades de medusas en invierno? ¿Afecta el cambio climático?
04/02/2023 Las medusas nos suelen llamar la atención en verano, ya que al coincidir con la temporada de baño causan mayor alarma social. Sin embargo, en las últimas semanas se han detectado gran cantidad de medusas en las costas. ¿Es esto normal? ¿Influye el cambio climático? Para responder a estas preguntas debemos conocer mejor el ciclo de vida de las medusas. Las medusas son animales que forman parte del plancton, es decir, del conjunto de organismos acuáticos que, aunque tengan cierta capacidad de movimiento, van a la deriva arrastrados por las corrientes. Según el hábitat, las medusas se pueden diferenciar en especies costeras y oceánicas. Las especies costeras tienen un ciclo de vida estacional, con dos formas principales: la medusa, que vive libre en el agua; y el pólipo, que vive fijo al sustrato. Los pólipos forman medusas normalmente a finales del invierno o principios de primavera, dependiendo de la temperatura del agua y de la disponibilidad de alimento. Por esto, en la costa mediterránea occidental es habitual encontrar más medusas desde primavera hasta inicios de otoño. En cambio, las especies oceánicas viven en aguas abiertas, en lugar de en la costa. Su ciclo de vida no incluye la forma de pólipo fijo al sustrato, por lo que estas especies presentan forma de medusa durante todo el año. Precisamente, los grandes enjambres de medusas que se han detectado las últimas semanas en varios puntos de la costa mediterránea (como en Almería, Murcia, Girona y Menorca) son de la especie oceánica Pelagia noctiluca, una de las más comunes en el Mediterráneo. Los individuos de esta especie pueden vivir algunos años y se reproducen durante todo el año, con un pico reproductivo en primavera y otro en otoño. Por lo tanto, sí es habitual encontrar este tipo de medusas en mar abierto en cualquier época del año. La razón por la que las medusas oceánicas llegan a la costa está relacionada con cuestiones climatológicas. Cuando la primavera es lluviosa, los ríos descargan el agua dulce en la costa. La diferencia de salinidad respecto a las aguas oceánicas actúa similar a una “barrera”, dificultando que las medusas oceánicas sean empujadas a la costa. Sin embargo, cuando la primavera es seca y las lluvias escasas, no se genera esta diferencia entre las aguas costeras y las oceánicas, facilitando que las corrientes y el viento arrastren las medusas de mar abierto hasta la costa. En resumen, especies de medusas oceánicas, como Pelagia noctiluca, se encuentran durante todo el año en mar abierto, y en mayor cantidad cuando ha habido un pico reproductivo, pero dependiendo de las condiciones climáticas locales, pueden alcanzar la costa en grandes cantidades, dejándonos fenómenos como los que se han reportado en los últimos días. Por otra parte, el cambio climático favorece a las medusas. El aumento de temperatura del mar acelera el metabolismo, les permite alimentarse más y altera también los ciclos reproductivos. Por este motivo, se están observando medusas en épocas poco habituales, tanto en especies de mar abierto como costeras. Estudiar la presencia de medusas es importante durante todo el año, por eso animamos a la comunidad a aportar sus observaciones al proyecto Alerta Medusas, ¡también en invierno! Imagen de Pepín Valdes.